La disfunción olfatoria es mayor en los casos leves de Covid-19 que en los moderados o graves, según un estudio

Disfunción olfatoria

..Pablo Malo Segura.
La pérdida del olfato es un síntoma clave de la enfermedad por Coronavirus, que puede ser un síntoma aislado o asociado con otros síntomas generales y otorrinolaringológicos. Un estudio europeo ha mostrado la relación entre la gravedad del Covid-19 y los problemas de olfato. La prevalencia de la disfunción olfatoria (DO) fue significativamente mayor (85%) en los casos leves de Covid-19 respecto a los moderados o graves (4,5-6,9%). Además, en el 95% de los casos la distorsión de los olores desaparece antes de los 6 meses. Así lo indica un estudio realizado con 2.581 pacientes Covid-19 de 18 hospitales europeos y publicado en el Journal of Internal Medicine.

La prevalencia de la DO fue significativamente mayor (85%) en los casos leves de Covid-19 respecto a los moderados (4,5%) o graves (6,9%)

Es como una marca natural para reconocer la firma del virus. Cuando compruebas la prevalencia de la disfunción olfatoria entre todos los grupos con respecto a la gravedad, se puede observar que en pacientes graves o críticos, se da apenas en el 10% de los casos”, explica el investigador de la Universidad de Mons (Bégica) y coautor del estudio Jérome Lechien, según declaraciones recogidas por El País.

Los investigadores han seguido a estos pacientes durante seis meses desde el inicio de los síntomas. El objetivo del trabajo era investigar la prevalencia y la recuperación de la DO en pacientes Covid-19 a través de herramientas clínicas subjetivas y objetivas. Del total de pacientes analizados, el 74,2% (1.916), presentaban anosmia o hiposmia (pérdida total o parcial del olfato, respectivamente). Estos datos sitúan a la OD como el síntoma más prevalente, por encima de otros trastornos típicos provocados por el SARS-CoV-2 como tos, fiebre o disnea, presentes en cerca de la mitad de los casos.

Estos datos sitúan a la disfunción olfatoria como el síntoma más prevalente, por encima de otros trastornos provocados por el SARS-CoV-2

En cuanto a la gravedad de la enfermedad, los pacientes Covid-19 analizados eran: 2194 casos leves (85,0%), 110 casos moderados (4,3%) y 277 casos graves (10,7%). Por tanto, la mayoría no requirieron hospitalización. Asimismo, la proporción de mujeres fue ligeramente mayor, representando un 62,9% del total de pacientes. En concreto, fue especialmente mayor en el grupo de casos leves. También estuvieron representadas diferentes etnias: caucásicos (83,6%), sudamericanos (11,6%), asiáticos (1,2%), norteafricanos (1,2%), negros africanos (0,7%) y mestizos / otros (1,5%).

La disfunción olfatoria consistió en una pérdida total del olfato en el 81,6% de los pacientes, mientras que el 18,4% de los pacientes informó una pérdida parcial del olfato. La pérdida olfativa desapareció en un mes en el 54% de los casos. A los dos meses de seguimiento, del 75% al ​​85% de los pacientes recuperaron el olfato, según las evaluaciones olfativas subjetivas y objetivas. Sin embargo, un 4,7% de los pacientes analizados seguía con problemas de olfato seis meses después.

Un 4,7% de los pacientes analizados seguía con problemas de olfato seis meses después

Este estudio es novedoso respecto a otros porque, a diferencia de otros estudios, somete a una parte de los pacientes a una evaluación olfativa objetiva. Una pequeña muestra, 233 pacientes tuvieron que oler 16 bastoncillos con distintos aromas e intensidades para evitar la subjetividad que podía haber por parte de los pacientes. Se ha observado que, en general, “tendían a sobrevalorar su trastorno olfatorio“.

Los autores señalan que la investigación puede presentar varias limitaciones. Entre ellas, la falta de examen clínico olfativo o de imágenes al inicio de la enfermedad para evaluar la hendidura olfatoria y el bulbo olfatorio. Otra limitación está relacionada con el retraso, de 2 a 3 semanas, entre el inicio de la DO y la realización de las evaluaciones olfativas. Esto puede subestimar la incidencia de disfunción olfatoria. “Se necesitan estudios futuros para determinar la tasa de recuperación a largo plazo de los pacientes con Covid-19“, concluyen los investigadores.

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