..Pablo Malo Segura.
El Dr. David Herrera es profesor titular de Periodoncia y co-director del Grupo de Investigación ETEP (Etiología y Terapéutica de las Enfermedades Periodontal y Periimplantarias) de la Universidad Complutense de Madrid. Recientemente, ha sido incluido en el ranking de la Universidad de Stanford entre los siete odontólogos españoles más influyentes del mundo.
“Las estrategias preventivas y de detección precoz de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, son de difícil aplicación. Los pacientes aparentemente sistémicamente sanos no acuden a la consulta del médico. Sin embargo, estos pacientes sí que acuden a la clínica dental“, explica el Dr. David Herrera en una entrevista con iSanidad.
¿Cómo valora aparecer entre los siete odontólogos españoles más influyentes según el ránking de la Universidad de Stanford?
En primer lugar, y desde una perspectiva científica, los rankings deben siempre interpretarse con cautela, dado que la metodología seguida tendrá una influencia muy relevante en los resultados. Si los criterios de este estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Stanford, son los más relevantes, lo sabremos con el tiempo. Hasta ahora, los rankings de investigadores seguían especialmente el índice h, que es uno de los elementos que se incorpora en el nuevo sistema.
En todo caso, para mí, estar en esa lista, entre el 2% de investigadores más influyentes del mundo, y entre los 1.237 investigadores en Odontología a nivel mundial, me hace sentir muy orgulloso de mi Grupo de Investigación ETEP (Etiología y Terapéutica de las Enfermedades Periodontal y Periimplantarias), de la Universidad Complutense de Madrid, de mi Facultad y de mi Universidad, y de la Periodoncia española.
Estar entre el 2% de investigadores más influyentes del mundo, y entre los 1.237 investigadores en Odontología a nivel mundial, me hace sentir muy orgulloso
¿Debe promover el dentista hábitos de vida saludables en los pacientes?
Los hábitos de vida saludables se empezaron a promover, por parte de la Organización Mundial de la Salud, para controlar las enfermedades crónicas no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, enfermedades respiratorias y cáncer), que son las responsables de la mayor parte de la mortalidad en el mundo. Hoy sabemos que la periodontitis, dentro de las enfermedades periodontales, es también una enfermedad crónica no transmisible. Se asocia (aumentando el riesgo de que se sufran o agraven) a otras enfermedades crónicas no transmisibles, lo que está claramente demostrado para enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus.
Dr. David Herrera: “La periodontitis es una enfermedad crónica no transmisible, que se asocia a otras enfermedades crónicas no transmisibles”
Las enfermedades periodontales se pueden prevenir, y el elemento más importante en la prevención es el control de los biofilms orales mediante la higiene bucodental. Las medidas de higiene bucodental deberían ser consideradas como un hábito de vida saludable, y así se lo han pedido diversas asociaciones a la Organización Mundial de la Salud. Pero el dentista, además de promover la higiene bucodental, que forma parte directa de sus competencias, y teniendo en cuenta lo dicho antes, debe promover otros hábitos de vida saludable, en relación con la dieta, el ejercicio físico y el consumo del alcohol y tabaco.
¿Hasta qué punto tienen una función preventiva los colutorios CPC respecto al Covid-19?
El punto de partida de esta valoración es que las autoridades sanitarias y odontológicas recomendaron a los dentistas, en la reanudación de sus actividades tras el confinamiento, usar colutorios con actividad virucida con enjuague pre-procedimiento en todos los pacientes, con la idea que si el paciente tenía SARS-CoV-2 se redujera su cantidad en boca/saliva y eso redujera un eventual riesgo de transmisión al equipo de salud bucodental o a otros pacientes. Entre los colutorios recomendados se incluían los de cloruro de cetilpiridinio (CPC).
Nuestro Grupo de Investigación propuso, y así lo publicó en junio de 2020 en la revista Clinical Oral Investigations que, si esa acción virucida existía en la clínica dental, podría ser útil también para la prevención de la transmisión desde sujetos infectados y para que las personas que desarrollaran la enfermedad tuvieran manifestaciones más leves (todo ello, si se reducía la carga viral en saliva). Los estudios disponibles entonces apoyaban la actividad virucida in vitro, pero era difícil establecer conclusiones robustas.
Nuestro Grupo de Investigación propuso que esa acción virucida podría ser útil también para la prevención de la transmisión desde sujetos infectados
A día de hoy, estudios in vitro con SARS-CoV-2 y/o con virus muy similares, y algunos pequeños estudios con pacientes infectados, permiten mantener vigente la hipótesis de que el uso de colutorios con CPC pueda reducir la carga viral de SARS-CoV-2, lo que reduciría el riesgo de transmisión cuando el paciente es atendido en la clínica dental, pero potencialmente también, con un uso continuado, el riesgo de transmisión en la vida diaria, aunque esto debe ser refrendado en estudios clínicos.
¿Qué papel juegan las células epiteliales de la cavidad oral en la transmisión del Covid-19?
El papel de la boca en la transmisión de SARS-CoV-2 se consideró relevante desde un primer momento, tanto como vía de entrada (aunque siempre dando mayor importancia a las mucosas nasales), como sobre todo como vía de transmisión, por la expulsión de gotículas y aerosoles desde la boca. Se confirmó, además, que las células de diferentes epitelios en la boca, y especialmente, lo de las glándulas salivales, tenían receptores adecuados para el virus, especialmente receptores ACEs.
El papel de la boca en la transmisión de SARS-CoV-2 se consideró relevante como vía de transmisión, por la expulsión de gotículas y aerosoles
Pero todo esto se ha visto recientemente refrendado y avalado por grupo de estudios publicados en un artículo coral (“SARS-CoV-2 infection of the oral cavity and saliva”), publicado en Nature Medicine el 25 de marzo de 2021. Tras realizar numerosas, interesantes y complejas evaluaciones, de alto valor, concluyen que la “cavidad oral es un lugar importante para la infección por SARS-CoV-2 y se implica a la saliva como ruta potencial en la transmisión del SARS-CoV-2”.
¿Se puede detectar una diabetes no diagnosticada en la consulta dental?
Esta es una hipótesis muy relevante, que ya había sido evaluada en algunos estudios clínicos, partiendo de la base de que los pacientes aparentemente sistémicamente sanos, no acuden a la consulta del médico. Por tanto, las estrategias preventivas y de detección precoz de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, son de difícil aplicación. Sin embargo, estos pacientes sí que acuden a la clínica dental.
Desde el Grupo de Trabajo conjunto de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) se sugirió evaluar una herramienta de evaluación del riesgo de sufrir diabetes ya validada (FindRisc), junto con otras evaluaciones clínicas y periodontales. El entorno ideal era un grupo grande de clínicas, dentro de la Red de Clínicas de Investigación de SEPA. En el estudio participaron 41 clínicas en 26 ciudades españolas y se reclutaron 1143 pacientes. De ellos, 97 (8.5%) fueron finalmente diagnosticados de diabetes (n = 28; 2,5%) o de prediabetes (n = 69; 6,0%). Así se demostró que las herramientas de detección de riesgo utilizadas eran eficaces y aplicables. Ese protocolo debería ahora poder realizarse en todas las clínicas dentales, y el impacto de esta acción en términos de salud pública sería muy relevante.
Ese protocolo debería poder realizarse en todas las clínicas dentales, y el impacto de esta acción en términos de salud pública sería muy relevante
¿Cuál es la relación entre una mala salud bucodental, la demencia y el alzheimer?
Desde hace tiempo, se ha observado asociación entre periodontitis y riesgo de sufrir demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, aunque ni el número de estudios ni la evidencia disponible eran especialmente relevantes. Sin embargo, en 2019 se publicó un estudio muy relevante. En él se demostraba el posible papel del patógeno periodontal más importante, Porphyromonas gingivalis, en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. A la vez se definían posibles targets terapéuticos, como bloquear las gingipaínas que produce esa especie bacteriana.
En 2019 un estudio muy relevante demostraba el posible papel del patógeno periodontal más importante, Porphyromonas gingivalis, en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer
Desde entonces, el interés por este tema ha aumentado mucho. Nuestro grupo es especialmente activo en el mismo, gracias a las colaboraciones con el Grupo de Investigación del Prof. Juan Carlos Leza (Neuropsicofarmacología Molecular, Universidad Complutense de Madrid), con el Dr. David Pérez Martínez (jefe del Servicio de Neurología del Hospital 12 de Octubre de Madrid), o con el Prof. Alberto Rábano (Director del Banco de Tejidos de la Fundación CIEN). Con todos ellos, y con el apoyo de SEPA, nuestro Grupo organizó un Curso de Verano de la UCM en 2019, “Enfermedades bucales y neurodegenerativas, ¡tan lejos o tan cerca!”, indicando la relevancia que ya entonces dábamos a esta asociación.
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