..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
Los acontecimientos se están sucediendo a toda velocidad. Hace poco más de un año el médico, la enfermera, el celador y el MIR eran héroes que recibían aplausos a las ocho. Terrazas y balcones se llenaban de un reconocimiento social sincero. Solo alguna rata les quería fuera de su edificio porque “podían contagiar”. La sociedad incluso se preguntaba si aumentarían las vocaciones por el ejemplo de servicio que estaban dando.
Los MIR se incorporaron a los aplausos porque se incorporaron a los hospitales. El sistema necesitaba más manos y su cualificación era la idónea para un servicio temporal. Antes de comenzar la especialidad, muchos estudiantes de medicina empezaron a “hacer horas” en el hospital con los pacientes. Servicio y formación iban de la mano en uno de los momentos más complicados que hemos conocido en la reciente historia de España.
Los MIR se incorporaron a los aplausos porque se incorporaron a los hospitales
Han pasado poco más de quince meses desde aquellos aplausos a los MIR y a todos los sanitarios. Ahora ya parece haberse olvidado todo. Parece que nada queda de aquello. Ahora están obligados a manifestarse porque van a ser vapuleados por el Ministerio si nada cambia. Van a pasa de ser héroes a ser “posición en el MIR”. De momento no hay perspectivas de que el Ministerio escuche a los futuros médicos, a los colegios, a los sindicatos, a las sociedades científicas… A nadie. Parece que los futuros médicos tienen que dejarse llevar por un cierto azar, por la suerte de que puedan tener un destino “aceptable”.
Después de seis años estudiando la carrera y un examen MIR de alta exigencia, no se les va a permitir elegir destino y hospital. Un software “infalible” va a decidir su futuro. Una vez “colocados”, donde quieran o no quieran, se les obligará a guardias, se les pagará poco y se les ofrecerá un futuro incierto.
Un software “infalible” va a decidir el futuro de los MIR, no nos extrañemos de que se vayan fuera a hacer su carrera profesional
Lo difícil es entender que no quieran hacer toda la carrera profesional en otro lugar, donde se les valore mejor. Mucho tienen que cambiar las cosas en el Ministerio y en el sistema sanitario porque se nos está yendo de las manos.
