Juan Enrique Garrido (Cgcof): “La pandemia nos ha demostrado que desde las farmacias podemos colaborar con AP”

Vocal nacional de Oficina de Farmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos

Farmacias-AP

..Cristina Cebrián.
Durante el primer mes de la pandemia de Covid-19 las oficinas de farmacia en España atendieron a cerca de 30 millones de personas. Muchos de estos pacientes, al no poder acceder a los centros de atención primaria (AP), acudían a las farmacias para resolver sus dudas y problemas, por ejemplo, con respecto a la retirada de recetas e incluso para que les interpretasen análisis clínicos. Juan Enrique Garrido, vocal nacional de Oficina de Farmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof), comenta con iSanidad el papel fundamental que han tenido las farmacias durante las diferentes olas de la pandemia de Covid-19.

¿En qué situación se encuentra actualmente la atención primaria y cómo está afectando al día a día de las oficinas de farmacia?
Ahora mismo la AP está sometida a una gran presión asistencial, especialmente por la pandemia de Covid-19. Cuando se tuvieron que cerrar los centros de AP, a todos esos pacientes pasamos a atenderlos directamente desde las oficinas de farmacia. Muchas veces se trataba de consultas leves, pero también había muchas dudas, por ejemplo, de retirada de recetas. Durante el primer mes de la pandemia se atendieron a unos 30 millones de personas desde las oficinas de farmacia.

Desde las oficinas de farmacia también se puede coordinar con médicos y enfermeros para hacer un uso mejor de los medicamentos

¿Considera necesaria una renovación de la atención primaria?
Personalmente creo que sí. Desde el Ministerio de Sanidad se está trabajando en ello junto a las comunidades autónomas. Además, en abril de 2019 se acordó un Plan Estratégico de Atención Primaria, en cuya elaboración participó el Cgcof, con la idea de marcarse unos objetivos nuevos. El problema es que todavía está por desarrollar y ese es el camino para que se renueve esta asistencia en España. Desde las oficinas de farmacia también se puede coordinar con médicos y enfermeros para hacer un uso mejor de los medicamentos.

¿Cómo valora la coordinación actual entre los centros de salud y las oficinas de farmacia?
Es francamente mejorable. Por mi experiencia, muchas veces la coordinación depende un poco más del profesional sanitario y todavía se puede potenciar muchísimo más.

¿Sería beneficiosa una mayor integración de las oficinas de farmacia dentro de la atención primaria y el establecimiento de protocolos de actuación coordinados?
Si. Además, con esta pandemia se ha demostrado que desde las oficinas de farmacia se puede colaborar de manera importante. Incluso, cuando la gente volvió a ir a los centros de AP, nosotros seguíamos manteniendo el volumen de consultas. Por lo que se ha demostrado que podemos ayudar. Todo lo que sean sinergias entre el Sistema Nacional de Salud (SNS), AP y la farmacia comunitaria es básico y con la pandemia se ha demostrado que funciona.

Durante la pandemia, en Andalucía nosotros podíamos renovar una medicación de forma excepcional y así lográbamos desatascar un poco los centros de salud

La legislación actual otorga a los farmacéuticos competencias muy escasas a la hora de complementar o modificar el tratamiento de un paciente. ¿Cree necesario establecer protocolos de prescripción complementaria y dispensación excepcional?
Si, ahora mismo el médico manda el medicamento por principio activo y nosotros lo dispensamos dentro de una línea de fármacos. Pero, por ejemplo, no podemos ni sustituir una forma farmacéutica por otra.

Si queremos agilizar el proceso, se ha demostrado que se puede hacer. Durante la pandemia, en Andalucía nosotros podíamos renovar una medicación de forma excepcional y así lográbamos desatascar un poco los centros de salud. Yo creo que se puede hacer, pero con unos protocolos perfectamente organizados, en situaciones excepcionales y cuando el paciente lo reclame y el médico lo vea necesario.

El colapso actual de la atención primaria está teniendo consecuencias negativas en el diagnostico de enfermedades y el correcto seguimiento de los pacientes. ¿Están observando un aumento de las dudas entre los pacientes o una menor adherencia a los tratamientos como consecuencia de la falta de tiempo y recursos?
Hemos notado que la gente era un poco menos adherente a los medicamentos. El problema es que, en muchas ocasiones, no se llegaba a tiempo a la renovación del medicamento y el paciente se quedaba sin el.

Hemos recibido dudas desde consejos de salud hasta síntomas menores y también sobre análisis clínicos, que nos pedían que los interpretáramos

Lo que no hemos podido solucionar desde la oficina de farmacia muchas veces repercute en el paciente. Pero no solamente pasa con los medicamentos, también con análisis, pruebas o revisiones que tuvieran con el médico. Aún así, hemos peleado todo lo posible porque la adherencia fuera lo más alta posible.

¿Cuáles eran las dudas más habituales entre los pacientes que acudían a la farmacia?
Hemos recibido dudas desde consejos de salud hasta síntomas menores y también sobre análisis clínicos, que nos pedían que los interpretáramos. Por supuesto también hemos resuelto todas las dudas con respecto a la medicación, que son las que normalmente resolvemos. También hay aspectos de AP por los que nos preguntaban, como los visados y todo aquello que no podían encontrar en su centro de salud porque estaban cerrados. 

¿Qué papel pueden jugar en la atención a colectivos especialmente vulnerables como las personas mayores o los enfermos crónicos?
Hace unos días el Cgcof presentó en el Congreso de los Diputados una serie de propuestas desde la profesión farmacéutica. Se trata de iniciativas que comenzamos a realizar a raíz de la pandemia y que se ha demostrado que son eficaces. Por ejemplo, hemos llevado la atención domiciliaria de medicamentos a casi un millón de personas.

Desde el Cgcof estamos apostando por tres vías de mejora a corto y medio plazo: servicios asistenciales, atención domiciliaria para mejorar la detección precoz y la digitalización

En Andalucía también hemos llevado los medicamentos de uso hospitalario para que el paciente no tuviera que trasladarse al hospital. Esto se hizo con la colaboración de los farmacéuticos de hospital, que también han hecho una gran labor en esta pandemia.

Hay muchas cosas que se ha probado que funcionan. Otro ejemplo se refiere al desabastecimiento de la hidroxicloroquina (Dolquine). En este sentido, en Andalucía se llevó a cabo un sistema especial para que no le faltara este medicamento al paciente que lo necesitara.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la oficina de farmacia a corto y medio plazo?
Desde el Cgcof estamos apostando por tres vías: servicios asistenciales, atención domiciliaria para mejorar la detección precoz y la digitalización para mejorar los servicios y los programas disponibles. Otro de los retos que afrontamos es mejorar la coordinación con otros agentes del sistema sanitario.

Por otro lado, también hemos desarrollado campañas para la población más vulnerable, como las Mascarillas-19 para ofrecer protección a las mujeres víctimas de violencia de género. También detectamos a pacientes vulnerables para que pudieran recibir ayuda.

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