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Más de 140 sanitarios de centros penitenciarios han participado en el XIII Congreso Nacional y en las XXI Jornadas de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), donde los ponentes han insistido en que es necesario acercar la atención primaria a la sanidad penitenciaria para desarrollar programas de búsqueda activa de paciente con enfermedades víricas en las prisiones españolas y poner en marcha cribados que deriven en el diagnóstico precoz y el tratamiento temprano.
Los profesionales de sanidad penitenciaria insisten en realizar pruebas diagnósticas de VIH y hepatitis C y B a todos los internos que ingresan en prisión para un mejor control de estas enfermedades víricas
Por eso insisten en realizar pruebas diagnósticas de VIH, hepatitis C y hepatitis B a todos los internos que ingresan en una prisión. Estas pruebas permitirían saber su serostatus lo antes posible, tratarles precozmente y de forma adecuada a cada uno. Así, se podría garantizar su bienestar y controlar la transmisión a otras personas.
Son algunas de las peticiones y reivindicaciones de los profesionales que han participado entre el 28 y el 30 de octubre en el encuentro anual de la SESP organizado por Gilead en Alcalá de Henares. Durante tres días han analizado la situación actual en las prisiones españolas y han podido actualizar el conocimiento en materia de diagnóstico, manejo y seguimiento de las infecciones por VIH y las hepatitis virales.
El encuentro también ha servicio para volver a pedir un refuerzo en los equipos multidisciplinares que trabajan en el área sanitaria dentro de las prisiones
El encuentro también ha servicio para volver a pedir un refuerzo en los equipos multidisciplinares que trabajan en el área sanitaria dentro de las prisiones. Aseguran que es necesario para poder ofrecer una atención integral y personalizada a los internos y, así, mejorar su salud global a largo plazo.
Los expertos reunidos en las sesiones de trabajo han puesto en valor el papel del personal sanitario de las prisiones para el control de las patologías infecciosas y para mejorar la calidad de vida y la salud los pacientes que están internos en prisión. Pero, además, destacan la importancia de la sanidad penitenciaria para alcanzar los objetivos nacionales e internacionales que se han establecido para conseguir eliminar el virus del VIH y la hepatitis en los próximos años.
Los expertos han puesto en valor la sanidad penitenciaria para el control de las enfermedades víricas en España
El Dr. José Joaquí Basanta, presidente de la SESP cree que “volver a la persencialidad” para desarrollar estos encuentros “permite poner en común experiencias y conocimientos que ayuden a mejorar la atención, abordaje y control de enfermedades infecciosas, patologías mentales o enfermedades asociadas a la drogodependencia. Todas ellas, cada vez más presentes en las prisiones de nuestro país”. También han tratado la atención a la mujer, el rol de la enfermería y la gestión de farmacia en el ámbito penitenciario.
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