Muerte súbita y cardioprotección, una asignatura pendiente en España. Dr. Julián Pérez-Villacastín (SEC)

Dr.-Julián-Pérez

..Dr. Julián Pérez-Villacastín, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Anuario iSanidad 2021.
La muerte súbita es un problema de primera magnitud para la salud pública y una de las primeras causas de fallecimiento en todo el mundo. En España se producen unas 52.300 paradas cardiacas al año, de las cuales 22.300 ocurren en los hospitales y 30.000 en el entorno comunitario. Actuar en los primeros minutos desde la aparición del paro cardiaco es vital para recuperar al paciente, ya que por cada minuto que pasa, la probabilidad de supervivencia disminuye un 10%.

En España, las posibilidades de sobrevivir a una parada cardiaca extrahospitalaria oscilan entre el 5 y el 10%, mientras que en los países nórdicos esta cifra llega a ser de un 30%, lo que pone de manifiesto que existe un amplio margen de mejora.

En España, las posibilidades de sobrevivir a una parada cardiaca extrahospitalaria oscilan entre el 5 y el 10%

Las medidas que han demostrado ser más eficaces para mejorar los índices de supervivencia tras una parada cardiaca han sido: la formación de la población en técnicas de soporte vital básico, la implementación de asistencia telefónica en la primera atención a la parada cardiaca desde los servicios de emergencias, la instalación de desfibriladores automáticos (DEA) en lugares públicos, la aplicación de las nuevas tecnologías en la atención a la parada cardiaca y la disposición de registros públicos de muerte súbita. En este contexto, la formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) es escasa en España frente a la realidad de otros países, donde su enseñanza es obligatoria tanto en las escuelas como en las universidades. Sin embargo, la formación debe incidir también en el reconocimiento de la parada cardiaca.

Aunque se está mejorando mucho en este aspecto, todavía tenemos que observar escenas como la ocurrida durante la Eurocopa, en la que los jugadores no supieron reconocer la parada cardiorrespiratoria de Christian Eriksen. La educación es la mejor herramienta para mejorar. Por otro lado, numerosos estudios científicos han demostrado la efectividad, utilidad y seguridad de la utilización de desfibriladores en los programas de atención inmediata realizados por personal no sanitario en espacios públicos y de gran afluencia, pero, por poner un ejemplo, menos del 15% de las grandes superficies comerciales en nuestro país cuenta con uno de estos dispositivos.

La formación en técnicas de RCP es escasa en España frente a la realidad de otros países, donde su enseñanza es obligatoria tanto en las escuelas como en las universidades

Desde la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) estamos muy comprometidos con este problema y llevamos años trabajando para concienciar sobre la situación y para realizar actuaciones que mejoren la atención a la parada cardiaca. Como mencionaba anteriormente, una de las medidas que ha demostrado ser útil para mejorar la supervivencia tras un paro cardiaco es el empleo de aplicaciones móviles para geolocalizar desfibriladores y voluntarios.

En esta línea, la SEC, la FEC y Cruz Roja lanzaron en 2018 la aplicación Ariadna, un gran mapa colaborativo de desfibriladores en España cuyo objetivo es facilitar la localización de estos dispositivos para que puedan ser usados en caso de parada cardiaca. No obstante, aún queda mucho por hacer para mejorar este problema de salud pública que genera altos costes a los sistemas de salud, como reveló el estudio irlandés “Moran. Resuscitation 2015”, según el cual cada parada cardiaca finalizada en muerte en el hospital tiene un coste medio de más de 17.000 euros.

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