El reto del envejecimiento: una gran oportunidad. Dr. José Augusto García Navarro (SEGG)

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.. Dr. José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
Anuario iSanidad 2021.
El envejecimiento de nuestra sociedad, un tema que cada vez provoca más debate, crea preocupación entre políticos, instituciones y sociedad en general. Pero la realidad es que envejecer no es un problema, sino un reto. Este cambio de visión es la primera idea que hay que abordar para poder gestionar la realidad del envejecimiento en nuestra sociedad. En España, a 1 de enero de 2020 había 8.759.990 mayores de más de 65 años (18,51 %) y 1.567.374 personas de 85 o más años (3,3 %). Se trata de una edad poblacional que consolida un nuevo grupo social, lo que tendrá importantes consecuencias de todo tipo.

 

Veremos poco a poco orientar muchas políticas a este grupo de población que, ya en las últimas elecciones generales, representaban a 1 de cada 4 votantes. Podemos ver la situación desde dos enfoques, siempre teniendo en cuenta que España es un país de éxito por la esperanza de vida conseguida, la tercera más elevada el mundo después de Japón y Suiza. Podemos pensar que el envejecimiento es un problema si sólo nos dedicamos a pensar en cómo pagar las pensiones y en cómo hacer frente al gasto sociosanitario que hay que afrontar.

El envejecimiento será el principal motor de cambio de nuestra sociedad: no será la tecnología, ni el cambio climático, ni la globalización

Pero debemos pensar en el envejecimiento como una oportunidad. Es decir, entender que el envejecimiento es una oportunidad para redefinirnos a lo largo de la vida, que es más larga y permite incrementar la productividad, intercambiar con las generaciones más jóvenes bienes materiales y no materiales (como la educación, los valores o la experiencia) y establecer puentes entre jóvenes y mayores.

Desde luego que será necesario planificar algunos temas como la formación y retención de más cuidadores y profesionales sanitarios y sociales –en Europa falta un millón para atender a la población mayor– con los cambios que hagan más atractivo trabajar en el sector, referentes al salario y reconocimiento social. Será también necesario introducir el envejecimiento como prioridad en todas las disciplinas académicas: medicina, enfermería, psicología, terapia ocupacional, etc.

Como sociedad deberemos tomar decisiones que promuevan comportamientos saludables, estudiar mecanismos de envejecimiento celular, potenciar y priorizar programas de investigación para combatir el envejecimiento a nivel molecular y participar en el debate de las nuevas terapias antienvejecimiento (ciertas y falsas). Y luchar contra los riesgos de un envejecimiento no deseable como la pobreza, la soledad no deseada y la discriminación por edad. La pobreza se usará de forma habitual entre los identificadores de población de riesgo y se priorizarán los presupuestos públicos para este sector de población.

Será necesario introducir el envejecimiento como prioridad en todas las disciplinas académicas: medicina, enfermería, psicología, terapia ocupacional, etc

La implicación del mundo local, del voluntariado y de nuevas dinámicas de redes vecinales y de proximidad, junto con el uso de nuevas tecnologías, serán necesarios para la lucha contra la soledad no deseada. Y veremos el nacimiento de leyes antidiscriminación por edad. Y lo que es más importante: entenderemos que envejecer comienza en el momento en que nacemos y cada oportunidad de mejora (dieta o ejercicio físico, por ejemplo) será potenciada a lo largo de nuestras vidas, comenzando ya en los niños y niñas. Envejecer bien es cosa de toda una vida. Y mejoraremos la aparición de dependencia y de enfermedades crónicas en las personas mayores si comenzamos ya de niños su prevención. El envejecimiento será el principal motor de cambio de nuestra sociedad: no será la tecnología, ni el cambio climático, ni la globalización.

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