“La reforma laboral se ha hecho de espaldas a la ciencia: más de 25.000 investigadores se quedan en el aire”

José Manuel Torralba Castelló, Vicepresidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) habla sobre la reforma laboral y cómo afecta a los investigadores y científicos

..Gema Maldonado.
La reforma laboral acaba con los contratos de obra y servicio, que son los más utilizados en la contratación de investigadores y científicos en el ámbito universitario y en centros de investigación, que dependen de fondos ligados a proyectos con una duración determinada. La imposibilidad de hacer este tipo de contratos, sin una opción que los sustituya, lleva a una situación de incertidumbre a decenas de miles de investigadores.

Este problema lo ha puesto sobre la mesa este lunes José Manuel Torralba Castelló, vicepresidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), que ha comparecido en el Congreso de los Diputados ante la Subcomisión sobre el desarrollo del Pacto por la Ciencia y el análisis de la modificación de la Ley de Ciencia.

El vicepresidente de la Cosce lamenta que la reforma laboral no haya tenido en cuenta “las peculiaridades” de la ciencia en la contratación de sus investigadores

“La reforma laboral se ha hecho de espaldas a la ciencia: hay más de 25.000 personas del ámbito universitario contratadas por obra y servicio que se quedan en el aire, afirmó ante diputados de todos los grupos parlamentarios, en una comparecencia en la que también considera “insuficiente” la reforma de la Ley de Ciencia, que se llevará al Consejo de Ministros de este martes.

El director del instituto Imdea, que fuera director general de Universidades de la Comunidad de Madrid entre 2015 y 2019, ha señalado que se podrían seguir haciendo contratos con cargo a proyectos por uno, dos, tres o hasta cuatro año en los proyectos más largos, “pero se están haciendo por seis meses porque no hay posibilidad de contratarles de acuerdo a la reforma laboral.

“No estamos en contra de la reforma laboral en absoluto. Pero paralizará el 60% de los contratos actuales de investigadores”

A su vez, el texto de la reforma de la Ley de Ciencia introduce los contratos indefinidos en sustitución de los de obra y servicio. Unos contratos que, cuando lleguen a su fin una vez el proyecto de investigación haya terminado, garantizan a los científicos el derecho a recibir su correspondiente indemnización. Estas eran dos de las principales reivindicaciones de los investigadores. Pero esta reforma todavía no está vigente. Una vez se apruebe en el Consejo de Ministros de este martes, tiene que pasar por el Congreso para su convalidación o para derogarla. Por tanto, según Cosce, deja en el limbo a esos 25.000 investigadores, según ha cuantificado la Conferencia de Rectores (CRUE). Al menos, por el momento.

“No estamos en contra de la reforma laboral en absoluto”, aseguraba el vicepresidente de la Cosce. “Pero hemos advertido de que, si se suprime la figura de obra y servicio sin una alternativa para dar continuidad a nuestro personal investigador, y sin pensar en las características propias de la ciencia, se paralizará el 60% de los contratos actuales de obra y servicio de investigadores, aseguraba el vicepresidente de la Cosce.

“Los centros de investigación van a tener grandes problemas financieros para pagar las indemnizaciones. La mayoría lo van a repercutir en los grupos de investigación”

En este contexto, los institutos de investigación y universidades que contratan investigadores “no tienen el respaldo para poder despedirles e indemnizarles cuando acabe el proyecto. Vivir de espaldas a esa realidad es hacer las cosas mal”, añadió. Pero, ¿quién se hará cargo del pago de las indemnizaciones? Según ha apuntado Torralba, “los costes indirectos de los centros, que ya tienen una financiación basal muy ajustada”, ha lamentado.

Desde su punto de vista, la consecuencia es que la mayoría de los centros e institutos de investigación “van a tener grandes problemas financieros para pagar las indemnizaciones y, la mayoría, desgraciadamente, lo van a repercutir en los grupos de investigación. Sobre todo en los grupos pequeños, que no van a tener músculo. Esto va a generar un daño en el sistema que habría que cuantificar“, ha asegurado. Por eso ha pedido mayor financiación para estos centros y que deje de hacerse leyes que no tengan en cuenta las “peculiaridades de la ciencia”, siguiendo el ejemplo de otros países. Además, advierte que “la Ley de Ciencia no va a acabar con la precariedad”.

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