“Los ARN de transferencia participan activamente en el desarrollo del cáncer y podrían ser dianas para fármacos de nueva generación”

Los autores de la investigación sobre los ARN de transferencia y su papel en el desarrollo del cáncer, Margalida Rosselló-Tortella y Manel Esteller

..Redacción.
Han demostrado que los ARN de transferencia para determinados aminoácidos están alterados a nivel epigenético en algunos tipos de cáncer, lo que hace que se expresen de forma exagerada en algunos casos y son deficitarios en otros, de esta forma participan en el desarrollo del cáncer. Este hallazgo, obtenido en estudios preclínicos, se ha publicado en la revista Molecular Cancer y es fruto de un estudio liderado por el grupo de investigación del Ciberonc que lidera el Dr. Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras.

Los ARN de transferencia para determinados aminoácidos están alterados a nivel epigenético en algunos tipos de cáncer

“Nuestro trabajo demuestra que estas moléculas participan activamente en el desarrollo del cáncer y podrían ser dianas atrayentes para fármacos de nueva generación, afirma el también profesor de Investigación ICREA y catedrático de Genética en la Universidad de Barcelona.

El ADN dicta las órdenes para producir en los ribosomas las proteínas que forman las células. En estas “cadenas de montaje” los ARN de transferencia leen la información genética y proporcionan los aminoácidos adecuados para unirlos en un mecanismo universal que sirve para todas las proteínas del cuerpo humano. Hasta ahora, se creía que estos ARN de transferencia eran como robots; repetían la misma rutina sin capacidad de ser regulados o modificados. Se pensaba que no jugaban un papel importante como causa de enfermedades.

Hasta ahora, se creía que estos ARN de transferencia no jugaban un papel importante como causa de enfermedades

Sin embargo, su gran variabilidad hizo pensar al Dr. Esteller que podría haber algo más. “Hay más de doscientos ARN de transferencia distintos que llevan enganchados cada uno un aminoácido específico. Tal diversidad en el genoma humano nos hizo pensar que no debían ser sólo piezas repetitivas, que de forma monótona iban empaquetando los aminoácidos en cajas para elaborar las proteínas, sino que también podrían estar regulados de forma personalizada y contribuir al origen de ciertas patologías, explica Esteller.

El primer paso fue estudiar a sus patrones de expresión en tumores humanos mediante herramientas de bioinformática. “Observamos que sus perfiles de expresión en los tejidos cancerosos eran diferentes que en las partes sanas. Además, dependían muchas veces del órgano afectado”, expone el catedrático. A partir de estos datos computacionales, realizaron estudios preclínicos.

Dr. Esteller: “Observamos que sus perfiles de expresión en los tejidos cancerosos eran diferentes que en las partes sanas. Además, dependían muchas veces del órgano afectado”

“Pudimos demostrar en el laboratorio un par de casos concretos: un ARN de transferencia para el aminoácido isoleucina dejaba de estar presente en el cáncer de colon, mientras que en el cáncer de útero se abría un interruptor que activa la sobreexpresión de un ARN de transferencia para el aminoácido arginina”, cuenta.

De acuerdo con los resultados de la investigación, firmada por la investigadora Margalida Rosselló-Tortella como primera autora, esta lesión epigenética se asociaba a un peor curso clínico del tumor en las pacientes que lo poseían. Este hallazgo abre una nueva vía posible de tratamiento que, según el Ciberonc vale la pena explorar. Y es que, cuando los investigadores volvían a silenciar este miembro de la cadena de montaje de las proteínas, los tumores dejaban de crecer. Todos estos hallazgos se han realizado en estudios preclínicos, aún falta validarlos en humanos.

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