Dra. Luisa Sorlí: “No somos capaces de controlar entre el 1% y el 3% de las infecciones protésicas”

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..Victoria Guillén.
Las prótesis son, probablemente, uno de los mayores avances que se han producido en la historia de la biomedicina. Estas soluciones mejoran la calidad de vida de las personas, pero cuando aparece un evento infeccioso afectan muy negativamente sobre el paciente. En este sentido, la Dra. Luisa Sorlí Redó, especialista en Medicina Interna en el Hospital Quirónsalud Barcelona, ha destacado en Doryos, una plataforma de contenido médico hecha por y para médicos, que “cuando el paciente presenta una infección protésica hay que actuar rápido y con criterio para evitar complicaciones”.

Según predijo un artículo elaborado en 2012 en Estados Unidos, en el 2020 se producirían más de 70 mil infecciones protésicas en Estados Unidos. Estas complicaciones supondrían al sistema sanitaria un coste de más de 1.600 millones de dólares. “La pendiente de la curva no ha sido tan pronunciada como se pronosticó en el artículo. Sin embargo, estas infecciones son un problema de salud que conllevan un impacto muy importante en la calidad de vida de los pacientes y sobre el sistema sanitario, ha manifestado la Dra. Sorlí. Asimismo, la especialista ha añadido que “actualmente no somo capaces de evitar que el 1-3% de los pacientes sometidos a recambio protésico, desarrollen una infección”.

La prótesis son uno de los mayores avances que se han producido en la historia de la biomedicina

Un estudio realizado por el Grupo de Estudio de Infecciones Osteoarticulares (GEIO) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), muestra que en los últimos años se ha producido un aumento de infecciones protésicas causadas por bacilos gramnegativos. Además, la multiresistencia ha experimentado una tendencia ascendente muy significativa, que se debe en gran parte a los bacilos gran negativos. “Este cambio en la epidemiologia supone un gran problema porque los pacientes tienen pocas opciones de tratamiento oral y por ese motivo, los ingresos son muy prolongados”, ha señalado la especialista.

“Las bacterias en fase plantónica se posan en la superficie del implante, organizándose y formando una matriz o biofilm. Las concentraciones mínimas inhibitorias de los antibióticos dentro del biofilm son hasta 10 veces superiores a lo que son fuera del biofilm. Por lo tanto, la eficacia de los antibióticos en infecciones causadas por biofilm, puede estar comprometida”, ha explicado. En este sentido, la Dra. Sorlí ha apuntado que existen tres tipos de infecciones según la clasificación clásica de Zimmerli basada en la madurez del biofilm: precoces, aquellas que se producen los tres primeros meses después de la colocación del implante; retardadas, surgen después de los tres meses hasta los dos años; y las tardías, que son a partir de los dos años.

Las infecciones protésicas son un grave problema de salud, ya que impactan significativamente en las vida de los pacientes y sobre el sistema sanitario

Así, cuando el biofilm es inmaduro se puede abortar con tratamiento antibiótico y retención del implante. Sin embargo, cuando la infección supera los tres meses es necesario realizar un cambio de implante.

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