Médicos e ingenieros trabajan a contrarreloj para crear respiradores artificiales sencillos y baratos frente al Covid-19

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..Gema Maldonado.
La crisis del coronavirus ha hecho aflorar toda una oleada de generosidad que se traduce en decenas de ingenieros, diseñadores, especialistas en impresión y fabricación 3D trabajando junto a neumólogos, intensivistas y enfermeras para hallar soluciones rápidas, baratas y de código abierto ante una hipotética falta de respiradores y ventiladores artificiales que pudieran requerir los casos graves de pacientes con Covid-19.

Ingenieros, diseñadores, especialistas en fabricación 3D trabajando junto a médicos neumólogos, intensivistas y enfermeras

Todo empezó con un grupo de WhatsApp formado por tres personas el pasado jueves. “Era el primer día en el que estaba trabajando desde casa”, cuenta Jorge Barroso, director general de la Fundación Cotec. “Tenía la necesidad de ver cómo podíamos ayudar desde nuestro ámbito particular de trabajo”. Así que se le ocurrió “una idea un poco loca”, dice. “Si se desbordara la capacidad del sistema por una sobredemanda de máquinas de asistencia a la respiración, ¿cómo podría reaccionar el sistema de innovación?. Y en ese caso, si se puede hacer algo, ¿por qué no empezar a hacerlo ahora si el escenario peor se cumple?”.

Esta pregunta se la planteó a César García, experto en impresión 3D y en fabricación digital, y a Andreu Climent, ingeniero biomédico en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. “A las tres horas teníamos en el grupo una 20 o 25 personas: médicos, especialistas en neumología e intensivistas que estaban viendo pacientes. También enfermeros, ingenieros, diseñadores, etc.

Han surgido grupos de trabajo para desarrollar respiradores artificiales básicos que validan médicos que hacen frente al Covid-19

La idea fue creciendo hasta el punto de que, a día de hoy, trabajan numerosos grupos en diferentes proyectos de manera independiente. El trabajo se articula a través de la plataforma Ayuda Innovadora a la Respiración (A.I.R.E.), completamente online y abierta, en la que se comparte todo el conocimiento con el fin de diseñar dispositivos que puedan fabricarse a corto plazo, en código abierto y con menor coste. Algo básico para atender una situación de urgencia. Uno de los grupos de trabajo que desarrollan esta idea es Reesistencia Team. Deben su nombre al Dr. Jackson Rees, reconocido anestesista británico en cuyo sistema se están basando para construir un respirador autonómo.

“Llevamos sin descanso 96 horas ya. Haciendo turnos de 14 horas en muchos casos durmiendo mal y poco, con el objetivo de tener un dispositivo funcional lo antes posible”, explica por correo electrónico Marcos Castillo. Trabajan en red profesionales de toda España, “sin saber los unos de los otros ni los nombres, en la mejor sintonía”, para desarrollar dos modelos de respiradores artificiales.

“Llevamos sin descanso 96 horas ya. Haciendo turnos de 14 horas con el objetivo de tener un dispositivo funcional lo antes posible”

El desarrollo de respiradores es una de las tres líneas de trabajo abiertas a partir del aquel grupo de WhatsApp, que ya parece lejano aunque no tiene ni una semana de vida. Se plantearon una primera estrategia cuyo fin es facilitar que España pueda fabricar más respiradores comerciales y capacitar a otras industrias en el país para la manufactura de estos dispositivos. “Sería la mejor opción porque son máquinas ya validadas”, explica Jorge Barrero. Una segunda línea de trabajo apuesta por adaptar otras máquinas o dispositivos disponibles con otros usos que pudieran ser útiles “como segunda opción, en pacientes menos graves o durante menos tiempo”, señala. Un ejemplo sería la adaptación con pequeñas “ingenierías” de los dispositivos para tratar a personas con apnea del sueño.

“Hay médicos que salen de la UCI y se ponen a explicarnos o a darnos ideas y a validar las hipótesis de trabajo de los ingenieros”

Si algo destaca de todo este trabajo es la generosidad. También la de los sanitarios. “Muchos médicos, saliendo de las guardias, se han puesto a colaborar para validar algunas de las hipótesis de trabajo de los ingenieros. Se implican como pueden, incluso hay médicos que salen de la UCI y se ponen a explicarnos o a darnos ideas. También están teniendo un rol destacado aquellos que están jubilados, que tienen acumulada mucha experiencia y conocen tecnologías previas que a veces son más sencillas y más fáciles de replicar”, explica Barrero. A muchos de estos médicos, como al resto de perfiles que trabajan sin cesar estos días, no los conoce, pero “son casi como de mi familia ya”, subraya. “Espero algún día poderles invitar a unas cañas”. Algún día, porque esto pasará.

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