..Gema Maldonado.
A nueve días de las pruebas selectivas para acceder a la formación sanitaria especializada (FSE) los aspirantes a una de las 7.989 plazas MIR viven en una especie de nuevo confinamiento y no es por las largas jornadas de estudio, ni siquiera por el toque de queda nocturno, sino por el miedo a contagiarse de Covid-19 o a tener algún contacto estrecho con un positivo, lo que les impediría acceder al centro de examen en la tarde del 27 de marzo.
No ha sido un año fácil para preparar un examen que marcará su formación en los próximos años y su vida laboral. La falta de alternativas del Ministerio de Sanidad para los aspirantes con síntomas o que esperen el resultado de una PCR, incrementa la incertidumbre y la ansiedad de los opositores, que cuentan a iSanidad cómo cómo ha sido la preparación en el año de la pandemia y cómo están viviendo los días previos al examen más esperado y temido.
La falta de alternativas del Ministerio de Sanidad para los aspirantes MIR con síntomas o que esperen el resultado de una PCR, incrementa la ansiedad ante el examen este año de pandemia
“Estas dos semanas están siendo muy angustiosas, prácticamente no salimos de casa”, cuenta Carmen Martínez, opositora MIR de A Guarda (Pontevedra), que vive en Santiago de Compostela con otros amigos que también preparan el examen. Esta situación se repite en el caso de Laia Gil, que vive en Barcelona, con sus padres. “Todos los MIR que conozco hemos cortado todos los contactos posibles“, explica a iSanidad.
Lo mismo le ocurre, en la otra punta del mapa de España a Félix Rosa. Tiene “la suerte”, como él mismo reconoce, de estar vacunado por su trabajo como sanitario en los últimos meses, pero no por ello es menos precavido. “Yo llevo un mes sin trabajar y no salgo por no tener exposición, porque si ese día no pudiera entrar al examen aunque fuera por un resfriado sería un palo“, cuenta.
“Todos los MIR que conozco hemos cortado todos los contactos posibles“. “Yo llevo un mes sin trabajar y no salgo por no tener exposición, porque si ese día no pudiera entrar al examen aunque fuera por un resfriado sería un palo“
“Como opositores lo que más nos preocupa es que no se haya dado una alternativa a alumnos infectados o con riesgo por algún contacto”, lamenta Carmen, “pensamos que se haría como en las elecciones de Cataluña, que pondrían un aula aparte o algo así. Pero la medida que se tomó fue sencillamente que no se presentaran”. Los tres se preparan en Grupo CTO, donde en estos días de nervios les acompañan y les aconsejan. Monitorizarse la temperatura es una de las recomendaciones. “Te puede empezar la fiebre por otra cosa, incluso por estrés y te quedas sin hacer el MIR”, señala Félix, “si se movilizó gente para unas elecciones, se puede movilizar para el examen MIR. No se ha planteado bien”.
El documento de instrucciones Covid-19 para las pruebas selectivas FSE del Ministerio de Sanidad no aclara si se monitorizará la temperatura de los aspirantes, pero especifica que tener síntomas compatibles con Covid-19 es uno de los criterios de exclusión para realizar el examen. “Si alguna persona iniciara síntomas Covid-19 durante la prueba, deberá informar de ello al interventor de mesa y será trasladado a un espacio separado de uso individual con ventilación”, añade el documento. Mascarilla FPP2 y de repuesto y gel hidroacohólico es el equipo que debe llevar cada opositor, que tendrá que estar en su centro examinador a la hora que se le cite, “ni antes ni después”, reza el texto, ya que entrarán de forma escalonada.
“Pensamos que se haría como en las elecciones de Cataluña, que pondrían un aula aparte o algo así”
El Covid-19 les ha impedido acudir a las clases preparatorias de forma presencial e incluso, en algunas comunidades, los simulacros de examen los han hecho desde casa. Desde primera hora de la mañana hasta las 20:00 horas, incluso las 22:00 horas de la noche, de lunes a sábado dedican sus días al estudio, a corregir simulacros, a ver casos clínicos y a asistir a alguna clase online. “Ahora que queda poco la presión y los nervios es mayor”, dice Carmen Martínez, que aún dice estar “bastante perdida” sobre la especialidad que quiere. “Creo que sería alguna de las de cirugía, que este año lo han tenido un poco más difícil porque no han tenido tantos pacientes con el Covid-19″.
Es precisamente uno de los aspectos que este año de pandemia inquieta a los médicos opositores. “Es algo que nos preocupa”, reconoce Laia, “en parte tenemos ganas de participar en este momento de Covid-19 pero nos preocupa perder formación. Creo que sería clave que se llegara a un acuerdo con el Ministerio de Sanidad para poder alargarlo”. Esta licenciada en Medicina por la Universidad de Lleida espera poder tener plaza en psiquiatría. “Las prácticas me gustaron mucho y creo que estamos en un momento muy complicado para la salud mental, faltan muchos psiquiatras y me gustaría ayudar”.
Los aspirantes que harán el examen MIR este año siente cierta preocupación por la formación que recibirán debido a la pandemia
En su caso, Félix, médico por la Universidad de Cádiz, dejó pasar su plaza en la convocatoria pasada y reconoce que “prepararte otro año más es duro, tienes cierta frustración y ves que tus amigos han conseguido su especialidad y están trabajando”. Tenía muy claro desde que entró en la facultado que quería ser cardiólogo y a por una de esas plazas va este año. Las largas jornadas de estudio las ha compaginado con el trabajo en Dispositivos de Urgencia (DECU) en San Fernando, ciudad en la que reside, y en urgencias extrahospitalarias. “Empezaron a hacer falta muchos médicos”, cuenta, “y trabajar me gusta porque necesitaba esa parte de aplicación de lo que estudias”.
Este futuro cardiólogo, examen mediante, reconoce que la preparación este año está siendo más difícil de llevar por las restricciones del Covid-19. “Las semanas más duras de las restricciones tenías la sensación de empalmar una semana con otra sin tener descanso”. El toque de queda empieza cuando los opositores sueltan los apuntes hasta el día siguiente. “El tiempo libre que tenemos es por la noche, para salir a cenar quizás el viernes y el sábado o irte el domingo a pasarlo a algún sitio”, cuenta Laia. Para Carmen “lo más duro ha sido tener temporadas en las que nos abrían las bibliotecas dos semanas sí y la siguiente no. Ha costado encontrar una estabilidad”.
El toque de queda, entre otras restricciones por la pandemia, ha complicado la preparación de los aspirantes a una plaza MIR
Todos ansían que pase el examen, estar un poco más libres y llegar al día de la elección de su plaza, que este año será telemática, una modalidad que no les convence. “Estamos muy descontentos, nos preocupa mucho porque es una elección bastante vital”, explica Carmen, “creo que va a causar bastante incertidumbre y no vas a poder elegir en el momento”. “No nos gusta a nadie“, admite Laia, “tenemos que presentar esta lista de opciones antes de la hora en la que nos toca elegir plaza y es difícil predecir cuáles ya no van a estar”.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, no confían en poder revertir el sistema en esta ocasión. “El año pasado hubo un agravio comparativo con enfermería, que sí habían empezado la elección de plaza presencial, pudimos protestar”, recuerda Félix, “pero este año se ha publicado en tiempo y forma en el BOE, creo que es complicado poder conseguir lo contrario”.
“Estamos muy descontentos con la elección de plaza telemática, nos preocupa mucho porque es una elección bastante vital”
¿Creéis que habrá más preguntas de medicina preventiva y sobre enfermedades infecciosas? “Es muy difícil predecirlo”, responde Laia, “es verdad que hemos estudiado más cosas de preventiva e infecciosas, pero nos han insistido mucho que no dejáramos de estudiar lo de toda la vida. Pueden caer al final un par de preguntas sobre Covid-19”.
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