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Las residencias de mayores han sufrido las peores consecuencias de la pandemia de Covid-19. “Durante los primeros meses afrontamos la pandemia casi en solitario, sin que se nos facilitaran medios de protección, sin tests o PCRs y sin poder hacer derivaciones hospitalarias“, lamenta Lourdes Rivera, directora general de Amavir, en una entrevista con iSanidad. Asimismo, subraya que la vacunación está sirviendo para recobrar la confianza de la sociedad en las residencias.
La directora general de Amavir, Lourdes Rivera, lamenta que durante los primeros meses las residencias afrontaron la pandemia casi en solitario
Con la crisis provocada por el Covid-19, ¿cómo ha evolucionado el sector de las residencias de mayores? ¿En qué momento se encuentran?
Hemos vivido, sin duda, la peor crisis del sector de residencias, no solo en España sino en todo el mundo. Los geriátricos han sido uno de los lugares más castigados por la pandemia, porque nosotros cuidamos a las personas más vulnerables a esta enfermedad y porque no ha habido una estrategia clara por parte de las administraciones para darnos el soporte que necesitábamos.
Durante los primeros meses afrontamos la pandemia casi en solitario, sin que se nos facilitaran medios de protección, sin tests o PCRs y sin poder hacer derivaciones hospitalarias. Fue una situación realmente difícil, de la que pudimos hacernos cargo gracias al esfuerzo de todos los trabajadores, que se han dejado la piel arriesgando su propia salud para proteger a los mayores. Afortunadamente, a partir de la segunda ola la situación cambió y, con la vacunación, las residencias nos hemos convertido en los lugares más seguros para las personas mayores.
Con la vacunación las residencias nos hemos convertido en los lugares más seguros para las personas mayores
Esta pandemia ha afectado a las residencias en distintos aspectos, uno de ellos es el ámbito reputacional. ¿En qué aspectos se ha trabajado para reforzar el posicionamiento? ¿Qué papel está teniendo la vacunación?
La vacunación está sirviendo para recobrar la confianza de la sociedad en las residencias, que han sido tan injustamente tratadas durante los primeros meses de la pandemia, cuando la realidad es la que le acabo de describir de absoluta soledad. Aun así, el daño reputacional que hemos sufrido ha sido muy grande y creo que todo el sector tenemos que trabajar de forma coordinada para recuperar esa confianza. Hemos hecho todo lo que hemos podido y más y eso es algo que sí han sabido reconocer nuestras familias. Es muy importante que la sociedad conozca la realidad de lo que hemos vivido y todo el esfuerzo que hemos hecho.
Es muy importante que la sociedad conozca la realidad de lo que hemos vivido y todo el esfuerzo que hemos hecho
¿Cuáles son los principales aprendizajes que se han obtenido?
Son muchos. Por ejemplo, la necesidad imperiosa de mejorar la coordinación entre nuestro sector y el mundo de la sanidad, que ha sido uno de los principales problemas en esta pandemia. También, la necesidad de seguir defendiendo los derechos de los usuarios que viven en residencias con respecto a los que están en sus hogares. Estos últimos tuvieron acceso a los hospitales y a nosotros, sin embargo, se nos negó. Esta es una discriminación inaceptable, que no puede volver a repetirse. Hemos aprendido también que la dispersión normativa en nuestro país, con 17 legislaciones distintas, es un marco muy complicado para operar y que debe haber más coordinación entre las distintas administraciones.
Mejorar la coordinación entre nuestro sector y el mundo de la sanidad, que ha sido uno de los principales problemas en esta pandemia
Por otro lado, hemos visto nuestros déficits en términos de imagen pública y de reputación y esto es algo que debemos trabajar desde todas las patronales, con la unidad del sector, haciendo también un esfuerzo más por seguir profesionalizando nuestra actividad, mejorar nuestros estándares de calidad y el reconocimiento a las plantillas. Por último, también ha sido importante ver cómo la pandemia nos ha traído nuevas formas de trabajar y también nuevas pautas en la comunicación con las familias que han venido ya para quedarse.
¿Qué importancia se le da a la conciliación dentro del sector?
La conciliación entre vida familiar y laboral debe ser un objetivo prioritario para todas las compañías del sector. Lo era antes de la pandemia pero ahora quizá con mayor motivo, porque es una medida más para fomentar el bienestar y la satisfacción de nuestras plantillas. En este sentido, nos encantaría que todas las empresas del sector pudiéramos conseguir la certificación como empresas familiarmente responsables. Es verdad que nuestra actividad tiene unos condicionantes especiales, al no parar en ningún momento, pero tenemos que arbitrar fórmulas para conseguirlo. Sería de gran ayuda, dicho sea de paso, que hubiera también una apuesta formal por parte de las administraciones en este ámbito, tal como pasa en otros países.
Lourdes Rivera (Amavir): “La conciliación entre vida familiar y laboral debe ser un objetivo prioritario para todas las compañías del sector”
Amavir tiene puesto en marcha un plan de igualdad para impulsar esta conciliación. ¿En qué consiste?
Amavir aprobó este plan con el apoyo de los sindicatos mayoritarios en nuestros centros. El objetivo es seguir avanzando en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, en un sector como el nuestro que está tan feminizado. Incluye medidas en todos los ámbitos, como conciliación, formación, selección, desarrollo profesional, comunicación, política salarial, lucha contra el acoso y la violencia de género y apoyo a las mujeres que la sufren…
¿Qué otras acciones se están desarrollando desde la compañía en este sentido?
En general, en la compañía llevamos años desarrollando distintas iniciativas en el marco de nuestras políticas de responsabilidad social corporativa que están encaminadas a tratar de lograr que seamos una empresa cada vez mejor, más comprometida con sus empleados y empleadas y también con la sociedad en su conjunto.
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