..Pablo Malo Segura.
El dolor es una manifestación clínica de diversas de enfermedades que debe tratarse pero, debido a la pandemia, algunos pacientes no han continuado con su tratamiento. La situación de saturación hospitalaria ha dado lugar a que muchas veces no se haya tratado el dolor de la forma adecuada. La Dra. Araly Chacón, otorrinolaringóloga del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, ha señalado en un coloquio organizado por iSanidad que “el dolor tiene importantes implicaciones en la calidad de vida de los pacientes”.
En concreto, la Dra. Chacón ha indicado que el dolor “impacta negativamente en la dependencia funcional, en la limitación de la movilidad y la realización de actividad física“. A nivel del área ORL, los dolores en las faringodinias y odinofagias provocan limitaciones en la deglución. No poder alimentarse de manera adecuada y sin experimentar dolor “merma infinitamente la calidad de vida de estos pacientes”. Otra consecuencia del dolor es que altera la calidad del sueño produciendo insomnio, lo que puede dar lugar a un mayor absentismo laboral con las consecuencias económicas que ello conlleva, y puede generar gran ansiedad o situaciones de depresión. Por tanto, según ha destacado la otorrinolaringóloga, el dolor tiene un “impacto global en la calidad de vida”.
Dra. Chacón: “El dolor impacta negativamente en la dependencia funcional, en la limitación de la movilidad y la realización de actividad física”
El Dr. José Manuel Hernández, traumatólogo en el Hospital Universitario 12 de Octubre y médico en la escuela deportiva del Atlético de Madrid, ha comentado que el dolor es el principal motivo por el que los médicos de atención primaria les envían pacientes. En la consulta observan que el dolor no es solo osteoarticular, sino también otros diferentes como el dolor neuropático. En ocasiones, observan pacientes cuyo dolor se multiplica por dos, “no por el dolor de la patología en sí, sino por la depresión que sufre el paciente”.
Para el traumatólogo muchas veces el tratamiento hay que centrarlo más en antidepresivos que en los analgésicos propios para tratar la lesión. “El dolor indudablemente merma muchísimo la calidad de vida. Lo más importante es individualizar cada caso, tratar pacientes y no enfermedades y dar las dosis adecuadas”.
Dr. Hernández: “El dolor indudablemente merma muchísimo la calidad de vida. Lo más importante es individualizar cada caso, tratar pacientes y no enfermedades y dar las dosis adecuadas”
En este sentido, el Dr. Pedro Ibor, vicepresidente de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (Semdor) y coordinador del grupo de trabajo de dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), ha recalcado que el dolor inicial hay que tratarlo bien con un fármaco adecuado y una dosis adecuada. La Dra. Chacón ha coincidido en la necesidad de hacer una detección temprana del dolor. “Hay que disminuir lo máximo posible la toxicidad y favorecer el efecto analgésico”.
Tratamiento del dolor
Para el Dr. Hernández, la combinación de ibuprofeno y codeína es una asociación muy adecuada para el tratamiento del dolor. “El ibuprofeno es un antiinflamatorio de efecto contrastado que utilizamos muchísimo y la codeína es un analgésico opiáceo que también tiene un efecto analgésico importante”. Según el Dr. Ibor, lo que aporta esta combinación es que “con muy buena eficacia se mejora la adherencia al tratamiento”. Por su parte, la otorrinolaringóloga ha resaltado que mucho estudios clínicos aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo avalan la eficacia de este tratamiento.
Según el Dr. Ibor, lo que aporta la combinación de ibuprofeno y codeína es que “con muy buena eficacia se mejora la adherencia al tratamiento”
Efectos del aislamiento en el dolor crónico
Respecto al dolor crónico, el Dr. Pedro Ibor ha recalcado que uno de los problemas que ha habido con estos pacientes en la pandemia es que “el aislamiento ha perjudicado aún más su calidad de vida”. El hecho de no poder relacionarse o salir de casa ha aumentado su percepción del dolor crónico. Una idea que comparte la Dra. Chacón, que ha destacado que las medidas adoptadas para disminuir la transmisión del virus han ido encaminadas al aislamiento social y el confinamiento. “Esto afectó de forma importante al estado emocional de los pacientes con dolor crónico. Sumado al sedentarismo que producía ese confinamiento, se incrementaba la percepción del dolor”.
Dr. Ibor: “El aislamiento ha perjudicado aún más la calidad de vida de los pacientes con dolor crónico”
El vicepresidente de Semdor ha recordado que el dolor repercute en todos los ámbitos: a nivel personal, familiar y laboral. Por ello, ha indicado que el sufrimiento que provoca el dolor debe ser abordado desde todos los aspectos de la persona. En concreto, se deben tener en cuenta los aspectos biológicos, sociales, psicológicos e incluso espirituales del paciente. El Dr. Ibor ha subrayado que el dolor es una experiencia subjetiva interna. “El abordaje de estos dolores crónicos que repercuten en la calidad de vida tiene que ser multidisciplinar. El paciente tiene derecho a que su dolor sea abordado desde todas las esferas psicosociales”.
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