Dr. Pere Barba: “Los CAR-T suponen una opción de curación para muchos pacientes que tendrían un pronóstico muy desfavorable”

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..Redacción.
Las terapias celulares CAR-T ofrecen una alternativa de tratamiento personalizado con un alto potencial curativo para pacientes oncohematológicos con escasas opciones terapéuticas. El Dr. Pere Barba, coordinador de Terapia CAR-T en Hospital Vall d’Hebron, resalta, en una entrevista realizad por iSanidad con la colaboración de Gilead, que a pesar de las grandes oportunidades que ofrece este tratamiento, aún tenemos grandes retos por delante como mejorar los circuitos de derivación y coordinación de los tratamientos o manejar las toxicidades.

Según Dr. Pere Barba, el manejo del paciente CAR-T es claramente multidisciplinar y se deben implicar a todos las especialidades que participan en él

¿La llegada de los CAR-T está suponiendo un reto por las oportunidades que representa para los pacientes?
Sin duda. Se trata de un reto organizativo, asistencial y científico que ha exigido una transformación de los centros, tanto de los que administran la terapia como de los que refieren pacientes. Esta terapia tiene algunas similitudes con otras que conocemos desde hace tiempo, como el trasplante de progenitores hematopoyéticos, pero tiene unas características propias que nos han exigido un esfuerzo de coordinación. Además, a nivel regulatorio, estas terapias son consideradas como fármacos, con la complejidad añadida que eso supone.

“Los CAR-T suponen una opción de curación para muchos pacientes con linfomas no Hodgkin y leucemias agudas linfoblásticas que tendrían un pronóstico muy desfavorable”

¿Se han convertido estos tratamientos en una oportunidad real para los pacientes?
Por supuesto. Los CAR-T suponen una opción de curación para muchos pacientes con linfomas no Hodgkin y leucemias agudas linfoblásticas que, de otro modo, tendrían un pronóstico muy desfavorable. Además, muchos pacientes con otras patologías como el mieloma múltiple, el linfoma de Hodgkin y la leucemia linfática crónica, también se están beneficiando de los CAR-T, participando en ensayos clínicos. Nuestro país es líder en ensayos clínicos con esta terapia en muchas indicaciones. Creo que nos tenemos que congratular de poder ofrecer estas terapias a nuestros pacientes ya desde las fases iniciales del desarrollo clínico.

Las terapias CAR-T implican una “enorme” coordinación entre clínicos, investigadores, industria y administración, ¿Cómo es este reto a nivel organizativo?
Efectivamente, estas terapias han obligado a redefinir muchos circuitos y relaciones en un periodo corto de tiempo. Existía el objetivo común de poder ofrecer esta terapia curativa a nuestros pacientes. Cuando se encuentran objetivos comunes es más fácil remar en la misma dirección. En este corto periodo de tiempo, ha habido una curva de aprendizaje muy rápida por parte de todo el mundo y hemos conseguido hacer que estos circuitos de coordinación funcionen de forma fluida. Siempre hay aspectos de mejora, pero el abordaje de este reto ha sido más que notable.

Dr. Pere Barba: “Estas terapias han obligado a redefinir muchos circuitos y relaciones en un periodo corto de tiempo”

En este momento, ¿esta terapia está destinada a ser mucho más investigada? Nos encontramos en los inicios de esta terapia. Se está investigando su uso en multitud de enfermedades, no únicamente oncohematológicas. Tenemos grandes retos por delante como manejar mejor las toxicidades, especialmente las que se producen en las primeras semanas tras el tratamiento y que pueden llegar a ser muy severas. También es necesario mejorar la eficacia de la terapia ya que, aunque sea una opción curativa para algunos pacientes, no todos responden al tratamiento o bien recaen tras alcanzar una respuesta. La investigación tiene que ser a nivel básico, traslacional y clínico, con una transición rápida entre los distintos niveles para conseguir llevar los avances a los pacientes lo más rápidamente posible.

¿Necesita  el sistema sanitario más centros de referencia?, ¿es necesario llevarlos a las zonas más despobladas?
El Plan Nacional elaborado por el Ministerio ha sido un buen plan que ha permitido administrar la terapia en centros de excelencia. Eso no quiere decir que no pueda revisarse en función de cómo evolucionen las indicaciones y la capacidad de los centros designados. A mi modo de ver, se trata de un plan dinámico que se debería modificar cuando sea necesario en base a criterios científicos y asistenciales.

España es líder en ensayos clínicos con CAR-T en muchas indicaciones y nos tenemos que congratular de ello

¿Deberían otros especialistas conocer mejor las terapias CAR-T y su alcance y tratamiento?
Es cierto que la terapia es bien conocida dentro de la hematología, pero quizás menos fuera de la especialidad. El manejo del paciente CAR-T es claramente multidisciplinar y se deben implicar a todos las especialidades que participan en él, entre ellos profesionales de cuidados intensivos, neurología, enfermedades infecciosas e inmunología. Respecto a los pacientes, estos tratamientos son cada vez más conocidos. A veces, me sorprendo del grado de conocimiento sobre efectos adversos y la eficacia que tienen algunos pacientes de una terapia, que lleva solo unos pocos años disponible. En este sentido, la difusión y la formación continuada son herramientas muy útiles que tienen que ampliarse a los sectores que todavía conocen poco esta terapia.

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