Dra. Cristina Tejera: “La diabetes es el paradigma de enfermedad digital”

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Este año se cumple el primer centenario del descubrimiento de la insulina, un medicamento que es la base para el tratamiento de la diabetes tipo 1 (DM1) y que ha experimentado una gran evolución a lo largo de estos cien años. Los sistemas de control y monitorización continua de glucosa también han experimentado una gran evolución, proporcionado a los pacientes valiosas herramientas para el control de la enfermedad de una forma mucho más precisa y aliviando la carga diaria que representa para las personas con diabetes.

La Dra. Cristina Tejera, médico especialista en Endocrinología y Nutrición en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, repasa, en una entrevista realizada por iSanidad, los beneficios que aportan al control de la diabetes tipo 1 este tipo de dispositivos. Asimismo, la Dra. Tejera señalas las principales las ventajas que tienen de cara a la adherencia a los tratamientos y a la mejora de la calidad de vida de las personas con diabetes.

Una mejor adherencia se refleja en una disminución de costes directos e indirectos, ya que se producen menos complicaciones y más tardías

¿Qué ventajas aporta la existencia de diferentes tipos de insulina de cara al control de la diabetes tipo 1?
Parece que contamos con la insulina desde siempre, pero hasta hace cien años, había personas con diabetes que fallecían por la falta de insulina, con lo cual, su descubrimiento abrió una ventana de oportunidad para el tratamiento de las personas con DM1. El tratamiento con insulina está en continua evolución. Cada vez contamos con insulinas que permiten un mejor control de la glucemia a nivel metabólico, que cada vez se asemejan más a cómo funciona el páncreas, lo que nos ayuda a prevenir complicaciones y a tener menor riesgo de hipoglucemia.

Otro punto a destacar, que quizá es lo que más valoran las personas con diabetes, es la flexibilidad que el tratamiento actual con insulina; se adaptan cada vez más a la vida de la persona y no es la vida de la persona la que se tiene que adaptar al tratamiento.

Dra. Cristina Tejero: “El tratamiento con insulina está en continua evolución y actualmente permiten una mejor control de la glucemia a nivel metabólico”

Además de la propia insulina, las formas de aplicación y las herramientas para la monitorización de la diabetes también han evolucionado durante los últimos años. Uno de los últimos avances disponibles es el uso de plumas de insulina inteligentes. ¿Cómo funcionan estos dispositivos?
Sin lugar a dudas, hemos avanzado mucho en la administración de la insulina, pasando de los viales a las plumas precargadas y a las bombas. Concretamente, las plumas inteligentes son sistemas de administración que ofrecen grandes ventajas a los pacientes, como recordatorio de dosis, la hora de administración y la cantidad exacta; asimismo, estas plumas permiten transmitir los datos a través de una aplicación a las plataformas utilizadas por pacientes y médicos facilitando el diálogo entre ambos.

Las plumas inteligentes se encuadran dentro del tratamiento con múltiples dosis de insulina y también han ido evolucionando hasta tal punto que permiten administrar una dosis de insulina, en el momento preciso. Esto nos permite llevar una trazabilidad de la insulina que se ha administrado y de cuándo, lo que resulta clave en la toma de decisiones relativas al tratamiento. También hay que destacar que estos dispositivos van conectados a los sensores de glucosa y a las Apps, de forma que funcionan como un sistema integral.

Ahora mismo estamos en una fase de expansión de estas herramientas y, de cara a un futuro próximo, con la ayuda de herramientas de machine learning, serán una gran ayuda para definir las dosis a administrar de manera muy precisa, ya que el sistema sería capaz de aprender de las decisiones anteriores.

Un estudio sobre el uso de plumas inteligentes en personas con DM1 ha demostrado una disminución de omisión prandial del 24% 

¿Qué beneficio aportan las plumas inteligentes en cuanto al control de las dosis de insulina y la adherencia al tratamiento?
Un reciente estudio sobre el uso de plumas inteligentes en personas con DM1 ha demostrado una disminución de omisión prandial del 24% y de omisión basal del 36%. También ha demostrado una reducción de la variabilidad glucémica y una disminución del 43% de los bolos de insulina que se administran de forma tardía. Hay que tener en cuenta que, cuanto más se tarde en administrar el bolo de insulina, más aumenta la variabilidad glucémica, que es otro de los parámetros en los que nos basamos para el control de la diabetes. Por eso es muy interesante el hecho de que estas plumas permitan reducir esos bolos tardíos.

Esta mejor adherencia se refleja en una disminución de costes directos e indirectos, ya que se producen menos complicaciones y las que se producen lo hacen más tarde. También hay estudios que demuestran una mejora de la calidad de vida de los pacientes que utilizan plumas inteligentes, en comparación con el uso de plumas tradicionales.

¿El uso de plumas inteligentes para la aplicación de la insulina está relacionado con una mejora del tiempo en rango?
Desde la generalización de los sensores, se ha establecido una nueva variable de control glucémico clave en el control de la glucosa, el tiempo en rango o TIR, considerado como el porcentaje (%) de tiempo que el paciente pasa dentro del objetivo individualizado de control glucémico. De forma general, el objetivo de tiempo en rango para mayoría de las personas con diabetes se sitúa entre 70 y 180 mg/dl. El uso de plumas inteligentes también ha demostrado una mejora en este aspecto.

Las plumas inteligentes permiten obtener un registro muy claro de las dosis administradas, mejorando la comunicación médico-paciente y el control de la enfermedad

Esto es importante porque la mejora del tiempo en rango disminuye el riesgo de albuminuria, que puede desembocar en enfermedad renal diabética, y de retinopatía diabética. El hecho de poder administrar una dosis y en el momento adecuado implica un mejor control glucémico. Además, las plumas inteligentes permiten obtener un registro muy claro de las dosis administradas, lo que mejora la comunicación entre médico y paciente y, en definitiva, el control de la enfermedad.

¿Cómo va a evolucionar la DM1 en los próximos años?
La diabetes ha vivido una auténtica revolución en los últimos diez años y, probablemente, en los próximos años seguirá evolucionando. La diabetes es el paradigma de enfermedad digital. Constantemente se generan datos de glucemias, dosis de insulina, actividad física, ingesta de alimentos, etc., lo que nos permite tener una gran cantidad de datos que podemos sistematizar y utilizar para la toma de decisiones. Además, se está investigando en nuevas insulinas de administración semanal, así como en nuevas formas de administración de insulina, como las insulinas orales o inhaladas.

Por otra parte, se está trabajando en la investigación de nuevos fármacos no insulínicos, tanto para la DM1 como para la DM2, basados en las incretinas, hormonas que ayudan a trabajar a la insulina, en el poliagonismo de esas moléculas y también en glucosúricos. De hecho, este año en el Día Mundial de la Diabetes se ha puesto especial énfasis en la accesibilidad a los cuidados, porque todas estas herramientas no siempre llegan a los pacientes. Las personas con diabetes necesitan un cuidado integral, a cargo de equipos multidisciplinares y la base de todo ello es la educación diabetológica. Sin educación diabetológica y sin estos equipos de cuidado no podremos seguir avanzando.

Según la Dra. Cristina Tejera, las personas con diabetes necesitan un cuidado integral, a cargo de equipos multidisciplinares y la base de todo ello es la educación diabetológica

Actualmente se están desarrollando investigaciones muy prometedoras basadas en la terapia celular. ¿Qué líneas de investigación se están desarrollando basadas en la terapia celular? ¿Permitirán determinar cuándo podrá curarse la diabetes tipo 1?
A nivel de investigación destacan las líneas de trasplantes de islotes. Se está trabajando en la generación in vitro de islotes que tengan menor inmunogenicidad para evitar los rechazos y la necesidad de medicación inmunosupresora. Hay que avanzar mucho todavía, pero es una línea que se está siguiendo. Otra de las áreas en las que se está investigando es la prevención del desarrollo de la enfermedad en familiares de primer grado de pacientes con DM1, que tienen una predisposición genética muy alta a desarrollar la enfermedad.

Todavía queda mucho camino por andar, pero yo espero que llegue el día en el que podamos curar la DM1. Como profesional sería una de mis mayores satisfacciones. Sin embargo, a día de hoy, tenemos que trabajar con las herramientas de control y seguir mejorando los tratamientos y herramientas para gestionar la diabetes.

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