Los gestores sanitarios mirando al futuro: profesionalización. José Soto (Sedisa)

José-Soto

..José Soto, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa).
Anuario iSanidad 2021.
Próximos a celebrar dos décadas de la creación de Sedisa, resultado de la fusión de dos sociedades de directivos sanitarios activas, seguimos mirando al futuro para orientar nuestras estrategias hacia una visión compartida en la que, Covid-19 mediante, sigue destacando el empeño por la profesionalización, que continúa ocupándonos y preocupándonos. Profesionalizar significa dedicarse, con aplicación de conocimientos y aceptación de procedimientos, estándares de trabajo y utilización de herramientas adecuadas, a desarrollar un oficio o profesión. La gestión sanitaria se enmarca en estas características, por lo que se puede calificar de profesión.

Además, los gestores sanitarios españoles tenemos un fuerte compromiso con los comportamientos éticos y con el objetivo de sumar valor al resultado de nuestro trabajo, distintivos ambos del profesionalismo que cultivamos. Con el paso del tiempo y el progreso de la civilización, se van incorporando nuevos enfoques, un nuevo arsenal de conocimientos y un bagaje de herramientas a nuestro trabajo, y nuestro compromiso con el mayor valor nos impele a conocerlos y adaptarnos a las posibilidades que nos brindan. Desde esta perspectiva, la formación se hace imprescindible y se exige que sea continua, que nunca se descuide.

Los gestores sanitarios españoles tenemos un fuerte compromiso con los comportamientos éticos y con el objetivo de sumar valor al resultado de nuestro trabajo

Desde Sedisa venimos difundiendo al sector la propuesta de un Grado en Gestión Sanitaria. El ámbito universitario tiene la responsabilidad de facilitar el acceso a las tareas gestoras a los mejores y de poner a disposición de quien desee asimilar los conocimientos precisos, con la exigencia y calidad que le otorga su rol social. El sector sanitario es muy complejo.Desarrollar labores de gestión en su seno tiene una gran complejidad, derivada de su consideración como “burocracia profesional”, en la que el conocimiento está en la base de las organizaciones provisoras de servicios sanitarios, y las decisiones operativas quedan en ese mismo nivel. La necesaria singularización de los propios servicios sanitarios y el cada vez mayor poder de decisión que atribuimos a nuestros pacientes (objeto y sujeto del trabajo del sector) añaden dificultad a la estandarización y normalización de los procesos productivos que desarrollamos.

Todo ello, añadido al hecho de que los gestores sanitarios a menudo se ocupan de labores directivas y asumen la responsabilidad del funcionamiento de las organizaciones provisoras de los servicios (hospitales, centros de atención primaria, sociosanitarios, clínicas especializadas, etc.), por lo que se hace necesario este grado que prepare a sus alumnos al desempeño de estas labores de gestión. Si al nivel del grado se añade la formación más especializada en determinados campos o materias, como la que proporciona un master universitario o un título propio, mejorarán su dominio de las competencias directivas requeridas. Los actuales directivos de la salud tenemos el deber moral y compromiso social de preparar el relevo de los que hoy ostentamos el honor de haber sido quienes trabajamos en el sector con responsabilidades de gestión profesional.

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