..Juan Pablo Ramírez.
Las comunidades autónomas han iniciado el proceso de vacunación contra herpes zóster en población de riesgo. La mayoría de las regiones ya han comenzado a inmunizar con Shingrix, aunque a distinto ritmo, a los seis grandes grupos de pacientes incluidos en las Recomendaciones de vacunación frente a herpes zóster de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones 2020, aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Estos perfiles incluyen a personas trasplantadas de progenitores hematopoyéticos, que han recibido un trasplante de órgano sólido, tratados con fármacos anti-JAK, que tienen VIH, con hemopatías malignas y aquellos con tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia.
“En la Comunidad de Madrid comenzamos a mediados de enero”, explica, la Dra. Pilar Arrazola, jefa de Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid. Otras comunidades como Cataluña y Baleares también han comenzado a administrar las primeras dosis. “Con la población de riesgo estamos empezando a vacunar. No hemos tenido las vacunas hasta final de año y estamos acabando de organizar los protocolos para vacunar de una forma ordenada”, destaca la Dra. Antonia Galmés, coordinadora de Vacunas de la Dirección General de Salud Pública y Participación de Islas Baleares.
La mayoría de las regiones ya han comenzado la vacunación, aunque a distinto ritmo, a los seis grandes grupos de pacientes incluidos en el documento de la Ponencia de Vacunas sobre herpes zóster
En Cataluña, “se aprobó con fecha 1 de marzo la instrucción para iniciar la vacunación de pacientes de elevado riesgo”, añade la Dra. Cristina Masuet, jefe de Servicio de Medicina Preventiva y salud Pública del Hospital Universitario de Bellvitge.
Galicia ha comenzado también el proceso para vacunar a los pacientes de herpes zóster, aunque con matices diferentes a los establecidos en la Ponencia de Vacunas. “En nuestra comunidad la realidad es que la aprobación de utilización está más limitada que las recomendaciones que hacía el Ministerio”, relata la Dra. María José Pereira, jefa de Medicina Preventiva del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.
La normativa gallega incorpora de momento a los trasplantados de órganos sólidos, a los de progenitores hematopoyéticos y aquellos pacientes con inhibidores de JAK. Por otro, una fecha temporal. “Tienen que ser pacientes trasplantados desde noviembre del año pasado”. La especialista argumenta que “se están priorizando las dosis disponibles por riesgo del paciente. Los momentos críticos tanto por el rechazo como por complicaciones infecciosas tiene que ver con las fases iniciales, aunque es cierto que esta limitación no está recogida en el documento del Ministerio”.
Andalucía se encuentra a la espera de la instrucción para iniciar la vacunación contra herpes zóster y Galicia ha incluido una serie de limitaciones al dcumento del Ministerio
En Andalucía, los preventivistas se encuentran a la espera de la instrucción que les permita comenzar a vacunar a la población. “Todavía no se ha priorizado por prevalencia en cada grupo de riesgo pero está en fase de terminarse. A título individual cada hospital puede hacer la petición imputándosele el gasto al servicio. Ahora mismo hay algunos hospitales que ya lo están haciendo como el de Jaén, pero no se ha dado el pistoletazo de salida en Andalucía”, afirma el Dr. José Luis Barranco, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Reina Sofía.
Mayores de 65 años e inmunosenescencia
Una vez vacunados a los grupos de riesgo el documento del Ministerio de Sanidad contempla la inmunización de los adultos sanos mayores de 65 años. Las comunidades autónomas aún no se encuentran en el momento de iniciar este paso. Al contrario que el Covid se han priorizado los pacientes de riesgo y el criterio de la edad se ha pospuesto a una segunda fase.
Ante el riesgo que produce la inmunosenecesncia, las personas mayores se someterán a la vacunación de forma progresiva. “En función de la disponibilidad de dosis se captará y vacunará al menos una cohorte por año comenzando por la cohorte que cumple 80 años y descendiendo en edad hasta alcanzar a la primera cohorte que se vacunó a los 65 años”, indica la Dra. Arrazola.
Una vez vacunados a los grupos de riesgo el documento del Ministerio de Sanidad contempla la inmunización de los adultos sanos mayores de 65 años
Esta priorización de pacientes obedece a la adquisición de vacunas. “No hay disponibilidad de vacunas para la población mayor de 65 años y hemos tenido que priorizar. No sabemos cuándo vamos a empezar con la población de riesgo”, añade la Dra. Galmés.
Niveles asistenciales y derivación de pacientes
Si en esta primera fase ha jugado un papel clave la coordinación entre los servicios de medicina preventiva y los especialistas que tratan a estos pacientes vulnerables, en la segunda atención primaria asumirá un papel clave para vacunar a nuestros mayores. “A través de un parte interconsulta, los distintos especialistas que atienden pacientes en los que está indicada la vacunación frente a herpes zóster por la patología que padecen o el tratamiento que reciben, nos los remiten al Servicio de Medicina Preventiva”, cuenta la Dra. Arrazola.
Desde el hospital o desde el centro se puede empezar también a concienciar al usuario sobre la importancia de la prevención. “Nuestra estrategia desde el Servicio de Medicina Preventiva es multidimensional. Hacemos una difusión a través de la intranet del propio hospital y el paciente puede ver esa información cuando llega a consultas externas. El paciente ve un flash de información relacionada con promoción de la salud y vacunas como prevención primaria. Los médicos, además, nos los derivan a la unidad de vacunas del propio centro”, añade la Dra. Masuet.
Si en la primera fase de la vacunación contra herpes zóster juega un papel clave medicina preventiva, en la segunda será atención primaria
Los protocolos de derivación ya están creados gracias a la experiencia con otras vacunas como la de la gripe, el neumococo y el Covid. “Aquí en Andalucía la vacunación de grupos de riesgo entra dentro de la cartera de medicina preventiva y salud pública. Ya lo tenemos hablado con los servicios implicados como hematología, infecciosas, los trasplantes de órganos sólidos más frecuentes como pueden ser pulmón, cardiaco, hepático y renal, y reumatología. Estamos esperando a la instrucción para que empiecen a derivarlos y vacunar en función de la prioridad que nos marquen los propios servicios”, subraya el Dr. Barranco.
El tipo de paciente puede marcar el nivel asistencial donde se administrará la vacunación como explica la Dra. Pereira. “Habitualmente con pacientes de condiciones especiales que se van a beneficiar de la vacunación, establecemos protocolos de trabajo. Se consesúa qué tipo de vacunas necesitan recibir y en la inmensa mayoría de los casos estos pacientes se vacunan en nuestras consultas”. La puerta de entrada del Sistema Nacional de Salud puede aportar también en esta primera fase. “En caso de vacunas que están disponibles de forma habitual en los centros de salud, se pueden derivar directiamente desde el especialsita a atención primaria. Pero si necesiatn calendarios específicos o intervienen más factores como en el caso de los trasplantados pasan por nuestras consultas de medicina preventiva”, añade la especialista.
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