El drama de las listas de espera disparadas es la exculpación de las responsabilidades

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amazon-prime..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
No se pueden ganar elecciones con la inflación o los costes de la energía como están ahora. Está claro que en estos temas veremos cambios antes de las elecciones generales. Sin embargo, sí se pueden ganar elecciones con las listas de espera disparadas. No esperemos cambios importantes en este problema.

No se pueden ganar elecciones con la inflación o los costes de la energía como están ahora

La sociedad ya ha asumido que las listas de espera están disparadas. Nadie se va a manifestar por ello y, por tanto, no va a afectar a los votos que necesita el partido del próximo gobierno. Las listas de espera ni suman ni restan votos para ganar elecciones, simplemente es un tema que no se tiene en cuenta. Las listas de espera disparadas afectan a los médicos, no a todos, y a los pacientes. Los consejeros también se preocupan, pero poca gente más. Afortunadamente hay más personas que no sufren por las listas de espera que las que sí sufren por ello.

A partir de ahí, ¿qué solución se puede aplicar? La experiencia de los últimos 40 años dice que no se hará nada que tenga un fuerte efecto. Para maquillar el problema los gobiernos se inventarán una nueva forma de contabilizarlas y así no se podrá comparar con épocas anteriores. Parece que se puede empezar de cero continuamente.

Es evidente que las listas de espera disparadas no abren tantos telediarios como el precio del gas o el de las frutas y verduras

Los médicos de atención primaria llevan reclamando una solución muchos años y no se ha hecho nada. Los especialistas se echan las manos a la cabeza, pero nadie les escucha. Es evidente que las listas de espera no abren tantos telediarios como el precio del gas o el de las frutas y verduras.

En el Ministerio aducen que es una cuestión de las comunidades, y en las comunidades aseguran que el Ministerio no hace nada. Nadie termina de asumir que no se puede seguir con las listas de espera disparadas. Y la culpa… la culpa es siempre de otros.

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