..Ricardo Mariscal. Responsable RR. II. ComSalud #SaludsinBulos.
La semana pasada desde #SaludsinBulos presentamos una campaña dirigida a mostrar los beneficios de divulgar con humor sobre las vacunas. Con la colaboración de más de una veintena de influencers sanitarios, la campaña “Las vacunas no son una broma” trata de mostrar, con la ayuda del humor, que las vacunas son eficaces y seguras y ofrecer orientación a un colectivo especialmente sensible: los jóvenes. Estudios recientes como el realizado por The Vaccine Confidence Project muestran que los jóvenes menores de 24 años, con estudios secundarios o universitarios y que viven en núcleos urbanos, son los que menos confianza tienen en las vacunas. Para llegar a ellos creamos dos cómics sobre la desinformación en vacunas.
El humor es un recurso muy valioso de comunicación para llegar a los jóvenes y a toda la ciudadanía, pero la gran pregunta es ¿pueden los profesionales sanitarios y los comunicadores en salud divulgar con humor?
El humor es un recurso muy valioso de comunicación para llegar a los jóvenes y a toda la ciudadanía
Muy pocos tienen gracia
Como aficionado al cine, he leído a lo largo de mi vida numerosas entrevistas con actores, directores y guionistas en las que aseguraban que resulta mucho más complicado hacer comedia que drama. Hacer reír es un arte complicado y, en escena, requiere de un tempo determinado y de una serie de recursos expresivos que necesitan ser ejercitados y aprendidos con esfuerzo y tiempo. Por lo tanto, hacer humor no es una tarea fácil e intentar aplicar el humor a la divulgación de salud no es una labor, a priori, nada sencilla. Pocas personas tienen gracia natural y no podemos exigir a profesionales sanitarios y comunicadores que dominen los recursos del humor para hacer reír como si fueran profesionales.
En la campaña “Las vacunas no son una broma” hemos podido constatar esta dificultad de la mano de dos personas que se dedican de forma profesional al humor, la comediante Raquel Serrano y el guionista Jaime Bartolomé. Ellos nos han proporcionado consejos prácticos y nos han ayudado a enfocar cuál debe ser el principal objetivo del sanitario y comunicador que quiere divulgar con humor: hacer sonreír, provocar, al menos una pequeña emoción y utilizar este recurso para ser más comprensibles.
“Utilicemos la capacidad de viralizar de los memes para informar, alertar sobre bulos y para comunicar información valiosa”
Los memes, recursos valiosos
El sanitario que desea prevenir sobre los bulos en vacunas, por ejemplo, puede usar el humor como apoyo para lograr una sonrisa y acceder a una audiencia amplia. No se trata, por tanto, de hacer reír a carcajadas sino de comunicarse con códigos de lenguaje universales.
En este fin, los memes son un aliado muy poderoso. Durante la pandemia hemos sufrido oleadas de memes de los antivacunas en las redes sociales. Con ello, los memes han adquirido muy mala fama. Pero podemos revertirla: utilicemos la capacidad de viralizar de los memes para informar y formar sobre las vacunas, alertar sobre pseudoterapias y bulos y para comunicar información valiosa sobre numerosas patologías. Para ello no hace falta que tengamos “chispa” ni seamos unos artistas contando chistes. Así, el humor estará al alcance de todos los divulgadores.
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